¿A qué llama 'iglesia' el Nuevo Testamento? (4)

'CRISTIANOS', A SECAS

Hoy prácticamente nadie se conforma si te presentas como 'cristiano' sin más. En medio de una cristiandad desgarrada por multitud de divisiones y subdivisiones tu interlocutor necesita más datos para identificarte, para localizar tu posición en esa multitud de 'versiones del cristianismo'. Necesitamos etiquetas clasificadoras.

No pretendemos evitar ser 'clasificados', pero sí vemos que el Señor está llamando hoy a los cristianos a volver a la unidad del Cuerpo de Cristo, y en su expresión efectiva, no abstracta...

- ¿Y tú de qué iglesia eres? 
>> Pues soy miembro de la iglesia local de Novelda.

- ¿de qué parroquia?
>> No, no pertenezco a ninguna parroquia.

-Ah! ¿Entonces eres de la iglesia evangélica bautista que hay en Novelda? 
>> Pues tampoco, sencillamente soy de la iglesia local de Novelda, la única iglesia que el Señor tiene en Novelda, formada por todos lo que han creído en Él como Salvador y Señor, han nacido de nuevo y confiesan su Nombre. 

-Pero... No entiendo muy bien, ¡eso no existe!, lo que existen son distintas iglesias que se congregan según ciertos énfasis doctrinales y ciertas prácticas eclesiales, cada una con su nombre distintivo. Concretamente en Novelda, o eres de una parroquia católica o eres de la iglesia evangélica bautista.
>> Sí, es cierto que eso es lo que vemos que existe, pero lo que yo creo que dice la Palabra de Dios es que sólo hay un Cuerpo de Cristo (la Iglesia universal), y que este único Cuerpo de Cristo se expresa visiblemente en diferentes lugares o localidades (iglesias locales), y que en tal o cual lugar TODOS los cristianos que allí viven forman un solo cuerpo, pues han sido bautizados en un mismo Espíritu y en un mismo Cuerpo. Y que a pesar de los partidos y divisiones que hemos creado los hombres, Dios sigue viendo una sola iglesia en Novelda. ¡Tenemos que elegir si creemos a nuestra experiencia o a la Palabra de Dios!.

- O sea que te va el rollo ecuménico.
>> Pues en realidad no. No se trata de que 'nosotros construyamos la unidad', sino de que CADA UNO SALGAMOS DE LAS DIVISIONES y reconozcamos la unidad del Espíritu, en una comunión efectiva y visible: comunión espiritual, pero también administrativa y material. La unidad no es un ideal ecuménico, ¡¡ES UN HECHO: SÓLO HAY UN CUERPO!! A los cristianos nos toca reconocer este hecho y “ser solícitos en GUARDAR LA UNIDAD DEL ESPÍRITU en el vínculo de la paz” (Ef 4,3).

- ¿Entonces te parecen buenas todas las doctrinas y prácticas de todas las iglesias?
>> No. No todo vale. Para eso existe el discernimiento y algo que se llama 'la disciplina en la iglesia'.

En primer lugar, sólo podemos hablar de unidad 'cristiana' si nos referimos a personas redimidas, salvadas. La Escritura es bien clara al respecto:
- 'A todos los que le recibieron (a Cristo), a los que creen en su Nombre (su identidad como el Hijo encarnado del Dios viviete, el Cristo), le dio derecho de ser hechos hijos de Dios' (Jn 1:12). 
- 'Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa' (Hch 16:31).
- '...si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y si crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo' (Rm 10:9).

La Palabra de Dios nos dice que aquellos (y sólo aquellos) que tienen esta fe 'han nacido de nuevo', son 'una nueva creación', y que automáticamente existen 'en Cristo', formando parte de su Cuerpto, su único Cuerpo. Nadie sin esta fe mínima puede ser reconocido en la iglesia como un hermano, pero igualmente nadie con esta fe mínima puede dejar de ser reconocido como hermano en la iglesia.

En segundo lugar, cualquier doctrina contraria a las verdades esenciales de la fe, a 'la fe dada una vez a los santos' (Judas 3), como está contenida en el Nuevo Testamento, debe ser rechazada (2Jn 7-11). Entre la mayoría de los que se llaman cristianos hay un amplio consenso acerca de las verdades esenciales: la autoridad de la Palabra de Dios en la biblia, el carácter triuno de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; la encarnación del Hijo de Dios en Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre; su obra expiatoria en la cruz; el don de su Espíritu a la Iglesia como su Cuerpo; su segunda venida en gloria para instaurar su Reino... De hecho, la Escritura misma, a la hora de hablar precisamente de 'guardar la unidad del Espíritu', presenta las cosas esenciales:
"Sed solícitos en guardar la unidad del Espíritu bajo el vínculo de la paz,
porque todos somos parte de un mismo cuerpo, participamos de un mismo Espíritu y hemos sido convocados a una misma esperanza. Uno es el Señor, una la fe y uno el bautismo; y uno es el Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos" 
(Ef 4, 3-6).

Pero aquí los creyentes hemos de ser también muy mesurados y prudentes y no confundir 'la unidad en el Espíritu' que hay que 'guardar' (Ef 4:3), con 'la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios... hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo' que se irá 'alcanzando' progresivamente (Ef 4:13). Por un lado, un creyente con una fe mínima es un hermano aunque todavía no haya alcanzado todas las verdades de la fe, o incluso tenga alguna errada. Por otro lado, fuera de este núcleo doctrinal esencial, debemos buscar juntos el espíritu de las Escrituras siendo tolerantes con nuestros hermanos y no dividiéndonos por diferencias de opiniones en lo secundario, sino 'recibirnos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió...' (Rm 15, 7) a cada uno de nosotros. Ninguna verdad secundaria está por encima del amor mutuo y la comunión entre los hijos e hijas de Dios.

En tercer lugar, los que han nacido de nuevo y Cristo habita en ellos por la fe, son transformados, poco a poco, en su conducta. Tampoco podemos tener comunión conaquellos que mantienen reiteradamente y sin arrepentimiento comportamientos contrarios a la vida cristiana tal como se nos presenta en el ejemplo y la enseñanza de Cristo y los apóstoles (Mt 18:15-18; Rm 16:17-18; 1Cor 5). No es posible la unidad 'cristiana' sobre la base del pecado, la Iglesia está en el mundo precisamente para dar testimonio de la santidad de Dios. 

Por último, aunque reconozcamos a nuestros hermanos y hermanas en cualquier ámbito de la cristiandad y sea cual sea el 'apellido' que se hayan colocado, tampoco podemos aceptar ni participar en prácticas eclesiásticas que no tienen base en la Palabra de Dios. Por ejemplo, el Señor creo iglesias locales (la comunión en un solo Cuerpo de todos los creyentes de una localidad, en representación allí de toda la iglesia universal), pero los cristianos hemos creado organizaciones eclesiásticas sin base bíblica a las que hemos llamado 'iglesias' ilegítimamente; el Señor en la cruz abolió la diferencia en el Pueblo de Dios entre sacerdotes y laicos, muchas organizaciones llamadas cristianas la han reintroducido...

- Ya, pero con tanta 'iglesia' esto cómo se hace en la práctica. Si los demás no quieren...
>> Bueno, no tengo todas las respuestas, estoy aprendiendo del Señor cómo obedecerle en medio de la situación actual de la cristiandad. Pero sí hay algunas cosas que voy descubriendo:

a) tomar conciencia del hecho del único Cuerpo de Cristo y de la unidad del Espíritu y creer en ello;

b) actuar en consecuencia saliendo de las divisiones, considerarme un miembro de la iglesia de Dios en Novelda, renunciar a todo otro nombre diferente de los que autoriza la Palabra para identificarme (cristiano, discípulo, hermano...) o a su uso sectario (soy católico, pero en sentido bíblico: miembro de la iglesia UNIVERSAL; soy evangélico, pero en sentido bíblico: considero el Evangelio del Señor Jesús como fundamento de mi fe), reconocer a todos mis hermanos cristianos en Novelda y buscar comunión con ellos en lo que esté de mi parte (y con los de otros lugares, por supuesto);

c) clamar e interceder ante Dios para que el Señor manifieste y restaure la iglesia local de Novelda, porque esto sólo su poder lo puede hacer;

d) esperar que el Señor vaya congregando cada vez más cristianos en torno a su único Nombre, sin despreciar ni perder de vista a los que aún andan en las divisiones, como quienes anhelan el regreso de los hermanos amados a la casa común. Y que el Señor vaya restaurando el testimonio íntegro de la iglesia en Novelda (en todo lugar), el testimonio poderoso del Evangelio por una asamblea unida, firme en las enseñanzas de los apóstoles, en comunión unos con otros, poniéndolo todo en común, partiendo el pan por las casas, comiendo juntos con alegría y sencillez, buscando la comunión con los hermanos de otros lugares, clamando juntos al Señor para que renueve a su Amada en todos los lugares...

- Oh sí, muy bonito, pero creo que eso es puro idealismo. Te vas a estrellar.
>> Idealismo... ¡o fe!: 'certeza de lo que se espera y convicción de lo que no se ve' (Hb 11, 1). Y sí, es una senda estrecha y angosta, no espero ser reconocido por la cristiandad presente. Tal vez a algo de esto se refiera la carta de Hebreos cuando habla de 'salir fuera del campamento, (el campamento católico, el campamento protestante, el campamento xyz...) llevando su vituperio' (Hb 13, 13).

¿Que qué somos, pues? Somos cristianos, a secas. Sencillamente seguidores de Jesucristo que quieren obedecerle, y sensibles a aquella oración que dirigió a su Padre poco antes de entregar su vida

"No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que,
por medio de su palabra, creerán en mí, para que TODOS SEAN UNO.
Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado".
 
(Jn 17, 20-21) 

Si es 'para que el mundo crea' quiere decir que Jesús espera que sea en este mundo, no en el cielo...
P.F. Obed

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