Miedo al amor


(Carta a un amigo)


Hola, ???. Después que nos has contado tu último 'fracaso amoroso', mi esposa y yo sentimos que hay algo que queremos decirte y que nos hemos guardado por falta de coraje.

Hemos de contarte que el amor verdadero está más allá de ese límite que no nos atrevemos a cruzar porque nos parece que podemos perder nuestra vida, es decir, nuestra independencia, el control sobre nuestra vida, nuestra autonomía... "El que quiera ganar su vida, la perderá", dijo Jesús de Nazaret. Piensa en ello.

Puedes tener miles de relaciones que no te obliguen a perder el control de tu vida, que no te quiten tu autonomía, que no invadan tu preciosa soledad... pero nunca conocerás el amor. También es cierto que experimentar el verdadero amor, el que llena el corazón, exige pagar un precio: perder la vida, la vida individualista vivida para uno mismo. El amor auténtico no tienen mucho de romántico: te hace vulnerable y te expone a entregarlo todo, y eso duele, pero es el único camino.

El camino a la vida más profunda pasa por el sufrimiento de la muerte a uno mismo.

¿Pero por qué iba uno a arriesgarse a perder su vida (= ceder tu independencia, tu voluntad...)?

La segunda parte de la frase de Jesús que citaba antes es: "...pero el que pierda su vida por Mí, la salvará".

En Jesucristo hemos conocido el amor: "nadie tiene mayor amor que el que da su vida por el otro".

En Jesucristo hemos descubierto a Dios como el Amor que te sostiene al otro lado de la muerte a uno mismo.

En Jesucristo hemos conocido nuestra radical incapacidad para amar: no sabemos amar, no podemos amar, sólo sabemos vivir para nosotros mismos, como mucho usarnos mutuamente para satisfacer nuestras necesidades propias.

Pero en Él estamos conociendo también la liberación de nuestro egocentrismo/egoísmo. Para nosotros creer en Jesús, el Hijo del Amor Viviente, es dejar de vivir para uno mismo y permitirle vivir en nosotros, amar en nosotros. Jesús no es religión, es el Amor viviendo en nosotros... con tal que creamos en Él de todo corazón.

"Dejará el hombre a su padre y a su madre, Y SERÁN LOS DOS UNA SOLA CARNE". Esta es la promesa de Dios para el matrimonio: ya no son más dos, ya no son más dos voluntades, ya no son más dos individuos independientes, sino una sola cosa, una sola vida... por el amor. Nadie intente esto sin el amor que viene de Dios, porque resultará en aniquilamiento mutuo. En cambio, por el amor se convierte en fuente de vida y bendición, de realización plena. Aquí no hay posibilidad de fingir: si no hay verdadero amor, cultivado y mimado cada día, a la corta o a la larga vendrá la ruina, o la pareja será un sepulcro blanqueado ocultando miseria y podredumbre.

Ese es el significado que Dios ha puesto en el sexo: expresar la entrega total mutua. De ahí la mentira del sexo cuando como expresión no corresponde con su realidad. Y la falsedad nunca nos desarrolla como personas, nunca nos llena el corazón.

Nunca nos hemos atrevido a hablarte de nuestra fe, pero no sabemos cómo expresarte mejor el amor que te tenemos.

El Amor te está esperando. El amor, también te está esperando. Nunca llegará la mujer perfecta (o el hombre perfecto). Lo que des, eso recibirás. Al atardecer de la vida seremos examinados del asunto del amor.

Tus amigos P.F. Obed y M.

Comentarios

Entradas populares