Dios da la fe a todos, pero no todos la reciben

¿Dices que tú no tienes fe, que Dios no te la ha dado? Escucha esto: "... la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo" (Romanos 10:17). La Palabra de Cristo tiene el poder de abrir los oídos interiores y producir la fe de quien la escucha. Escucha la palabra de Cristo:

"Os aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió (Dios, mi Padre) tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. Os aseguro que viene la hora y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oyen vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también dio al Hijo el tener vida en sí mismo. Y también le dio autoridad para hacer juicio, porque él es el Hijo del Hombre " (Evangelio según Juan 5:24-27).

"...No es de todos la fe" (2Tes 3:2), pero no porque Dios no la ofrezca a todos, sino porque no todos la reciben.

Debido a que Jesús, el Hijo del Dios vivo, vivió "como hombre" una vida humana totalmente conforme a la voluntad de Dios el Padre, hasta la muerte, ha recibido la autoridad para dar vida eterna a todo el que cree en Él, y para juzgar a todo hombre cuando regrese en poder y gloria. Vida eterna o condenación eterna dependen de recibir o rechazar la Gracia de Dios: su Hijo Jesucristo.

 

P.F. Obed