Más enseñanzas papales contrarias a la Palabra de Dios
Reseña
en Aciprensa de la homilía de la misa que Bergoglio celebróesta
mañana en la Casa Santa Marta
VATICANO, 22 May. 13 / 11:27 am
(ACI/EWTN
Noticias).- En su habitual homilía de la Misa
que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco
dijo que hacer el bien a todos, sin importar quién sea el otro, es
un bello camino hacia la paz y es un deber de toda persona sin
importar si es creyente o no.
El Papa Francisco recordó que "el Señor nos
ha creado a su imagen y semejanza, y somos imagen del Señor y Él
hace el bien a todos que tenemos en el corazón este mandamiento: haz
el bien y no hagas el mal. ‘Pero padre, ¡este no es católico! ¡No
puedo hacerle el bien!’ Si puedes hacerlo. Debes hacerlo. ¡No solo
puedes, sino debes! Porque tienes este mandamiento dentro. ‘¡Pero
padre, este no es cristiano, no puedo hacerlo!’ Si puedes hacerlo,
debes hacerlo".
"Esta cerrazón de no pensar se que puede
hacer el bien a todos es un muero que nos lleva a la guerra e incluso
a aquellos que algunos han pensado en la historia: matar en nombre de
Dios. Nosotros podemos matar en nombre de Dios. Y eso es simplemente
una blasfemia. Decir que se puede matar en nombre de Dios es una
blasfemia".
Francisco dijo luego que "el Señor nos ha
redimido a todos con la sangre de Cristo: ¡a todos, no solo a los
católicos, sino a todos! ‘¿Padre y a los ateos?’ También a
ellos. ¡Y esta sangre nos hace hijos de Dios de primera categoría!
Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y la sangre de Cristo
nos ha redimido a todos. Y todos nosotros tenemos el deber de hacer
el bien".
"Y este mandamiento de hacer el bien a todos
creo que es un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno hace
su parte, hacemos el bien a los otros, nos encontraremos allí,
haciendo el bien y haremos lentamente y poco a poco, esa cultura del
encuentro de la que tenemos tanta necesidad. ‘¡Pero no creo porque
soy ateo!’ Pero haz el bien: nos encontramos allí".
El Papa precisó además que "hacer el bien
no es cuestión de fe, es un deber, es un carné de identidad que
nuestro Padre ha dado a todos porque nos ha hecho a su imagen y
semejanza. Y Él hace el bien siempre".
Para concluir el Pontífice recordó que "hoy
celebramos a Santa Rita, Patrona de las cosas imposibles, y esto
parece imposible: pidámosle a ella esta gracia, esta gracia de que
todos, todas las personas hagamos el bien y nos encontremos en este
trabajo de creación, que se parezca a la creación del Padre. Un
trabajo de familia,
para que todos seamos hijos de Dios. ¡Todos! Porque Dios nos quiere
mucho a todos. Que Santa Rita nos conceda esta gracia que parece
imposible. Que así sea".
MI COMENTARIO.
ADVERTENCIA
URGENTE, AMIGOS CATÓLICOS: el papa Bergoglio enseña gravemente en
contra de la Palabra de Dios, en esta ocasión 'la doctrina del
universalimo' y 'el falso evangelio de la salvación por la obras'.
La
falsificación más peligrosa de la verdad del cristianismo no es
grosera, sino sutil. En este caso, bajo apariencia de tolerancia y
amor universal, un falso amor que sacrifica la verdad, y por tanto
aparta también de la verdadera salvación. Introduciendo el error
camuflado entre algunos elementos verdaderos, se elabora el sofisma.
Aunque no es fácil desenmascararlo en unas pocas líneas, analicemos
brevemente su discurso a la luz de la Palabra de Dios:
1) ¿Ha
creado Dios a todos los hombres y mujeres a su imagen y semejanza?
SÍ!
2) ¿Hay
que hacer el bien a todos, sin importar quién sea el otro? SÍ!
3) ¿Es
eso un deber de toda persona sin importar si es creyente o no? SÍ!
Hasta
aquí vamos bien.
4)
¿Pueden los no cristianos hacer el bien?
Cualquier
ser humano, sea cristiano o no, puede hacer el bien, y de hecho lo
hace, ¡como también hace el mal!. La pregunta es: ¿ese 'hacer el
bien' es suficiente para 'ser justos' delante de Dios? La Escritura
responde claramnte: NO! El 'monstruo de Cleveland' también hacía
el bien, era un amable y servicial vecino y conductor de autobús, un
buen músico...
Tal vez
si uno se compara con su propia vara de medir pueda creerse bueno y
justo, pero que se compare con la de Dios... La Ley de Dios. La
Escritura deja absolutamente claro que somos incapaces de alcanzar el
estándar divino de lo que es justo. La Ley de Dios determina lo que
es justo, y está escrito que fue dada para demostrar que somos
incapaces de cumplir la justicia de Dios, que todos 'hacemos'
pecados, y aún más, que todos 'somos' pecadores, porque hemos
heredado una naturaleza dañada por el pecado e inclinada
irremediablemente al pecado. Todos estamos bajo el justo juicio de
Dios, reos de eterna perdición en el infierno (Rm 1-3). ¡Por eso
necesitamos ser salvados! , por eso necesitamos 'nacer de nuevo'
(Juan 3:1ss), es decir, recibir una nueva naturaleza.
“Como
dicen las Escrituras: No hay ni un solo justo, ni siquiera uno...
Obviamente, la Ley se aplica a quienes fue entregada, porque su
propósito es evitar que la gente tenga excusas y demostrar que todo
el mundo es culpable delante de Dios. Pues nadie
llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda.
La Ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos” (Rm
3:10-20).
5) ¿Es
hacer el bien a todos sin distinción un bello camino para la paz?
La paz es
el fruto de la justicia (Isaís 32:17). La pregunta es: de acuerdo a
la Palabra de Dios ¿puede un hombre ser verdaderamente justo delante
de Dios por medio de sus buenas obras, al margen de Cristo y su
salvación recibida por fe? ¡NOO! Por tanto hacer el bien por sí
sólo es un camino que jamás llegará a la verdadera paz.
“Dios
nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y
eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere. Pues todos
hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por
Dios. Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara
justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de
nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por
el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos” (Rm
3:22-25)
“Sin
embargo, sabemos que una persona es declarada justa ante Dios por la
fe en Jesucristo y no por la obediencia a la ley. Y nosotros hemos
creído en Cristo Jesús para poder ser declarados justos ante Dios
por causa de nuestra fe en Cristo y no porque hayamos obedecido la
ley. Pues nadie jamás será declarado justo ante Dios mediante la
obediencia a la ley” (Gal 2:16).
Las
buenas obras son imprescindibles, pero sólo demuestran que la fe es
auténtica, no salvan por sí solas (Stg 2:14-26). El Espíritu Santo
no se contradice.
6) ¿Han
sido todos los hombres, creyentes y no creyentes, redimidos por la
sangre de Jesús y por tanto automáticamente hechos hijos de Dios de
primera categoría? ¡NOOOOO!! Pues “sin
fe es imposible agradar a Dios” (Hb 11:6).
La
Palabra de Dios enseña con meridiana claridad que Dios quiere que
todos los hombres sean salvos y lleguen al pleno conocimiento de la
verdad (1Tim 2:4), que la sangre de Cristo es la expiación por los
pecados de todo el mundo (1Jn 2:2), y por tanto que la salvación
está OFRECIDA a todos los hombres (Tit 2:11-13), PERO ESO NO
SIGNIFICA QUE LA SALVACIÓN SEA EFECTIVA AUTOMÁTICAMENTE PARA TODOS,
ES NECESARIO 'RECIBIRLA', es decir, CREER, LA FE:
“En
el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de él, pero el mundo
no le conoció. A lo suyo vino, pero los suyos NO LE RECIBIERON. Pero
A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, LES DIO
DERECHO DE SER HECHOS HIJOS
DE DIOS, los cuales nacieron no de sangre, ni de la voluntad de la
carne, ni de la voluntad de varón, sino de Dios”
(Juan 1:10-13), es decir, nacieron de nuevo, recibieron una nueva
naturaleza que les capacita para hacer la justicia de Dios.
Todo ser
humano es 'criatura de Dios a su imagen y semejanza', pero sólo los
que reciben a Cristo por fe como el Salvador y Señor del mundo, son
'hijos de Dios'. De la salvación nadie está excluido, se
autoexcluyen todos aquellos que no la reciben, que rechazan creer en
el evangelio de Dios: Cristo murió por los pecadores, resucitó de
entre los muertos y es el Señor de todos (1Cor 15:1-5).
Por eso
es necesario proclamar el Evangelio, las Buenas Noticias de la
salvación, porque es necesario conocer lo que Dios ha hecho en
Cristo Jesús y creer en ello para que se haga efectivo en el que
cree. Y si no cree, según las mismas palabras de Jesús, será
condenado:
“Y
les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que cree y es bautizado será salvo; pero EL QUE NO CREE
SERÁ CONDENADO”
(Marcos 16:15-16).
Si no
gusta lo que enseña la Palabra de Dios, reconózcase sin
subterfugios, pero no se llame seguidor de Jesucristo, al menos no el
Jesucristo de la Biblia.
El
Espíritu Santo sentencia claramente contra los que proclaman un
evangelio diferente al del Señor y los apóstoles tal como está
revelado en el Nuevo Testamento: “Pero
aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un
evangelio diferente del que os hemos anunciado, SEA ANATEMA”
(Gal 1:8). 'Anatema' significa sacado de la comunión (ex-comulgado)
y puesto bajo maldición.
¿Por
qué esta falsificación del verdadero evangelioes muy grave? Entre
otras cosas,
-
porque hace inútil el claro mandato de Jesús de predicar el
Evangelio a todos los pueblos para que se salven, hace inútil el
sacrificio de los mártires misioneros;
-
porque conduce al catolicismo a la apostasía de los elementos
bíblicos que todavía conserva;
-
PORQUE CREA EN LAS PERSONAS UNA FALSA SEGURIDAD y las engaña para
que permanezcan bajo condenación. ¡Menudo amor es ese!!.
El
Señor advirtió contra los falsos profetas y los falsos maestros:
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros VESTIDOS DE
OVEJAS, pero que por dentro son lobos rapaces” (Mt 7:15); “Pero
hubo falsos profetas entre el pueblo, como TAMBIÉN ENTRE VOSOTROS
habrá falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías
destructivas...” (2Pe 2:1); “ENTRARÁN EN MEDIO DE VOSOTROS lobos
rapaces que no perdonarán la vida al rebaño; y
que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán
cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos” (hCH
20:29-30).
Por
cierto, sorprendente contradicción aquella en la que incurre el
catolicismo: por un lado declara redimido a todo el mundo, y por el
otro sostiente que 'fuera de la iglesia católica no hay salvación'.
¿En qué quedamos? ¿O hará redimidos a todos incluso contra su
voluntad para hacerlos a todos católicos también contra su
voluntad?
P.F. Obed
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