A propósito de las comuniones en el catolicismo

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Algunas consideraciones a propósito de este caso aquí cercano:

1) Deformando el mensaje y la práctica bíblica, el sistema religioso romano-católico sostiene:
- que 'todos son hijos de Dios', tengan una fe personal o no; y
- y al mismo tiempo (¡) que es necesario bautizar (=cristianizar) a los bebés, aunque no 'comprendan' lo que eso significa, para que no se condenen si mueren;


2) Con la imposición del catolicismo a la sociedad, se trató de 'cristianizar' los ritos vitales: nacimiento, puesta de largo, matrimonio, muerte... inventando 'un sistema sacramental' supuestamente 'necesario' para salvarse (¿pero no eran todos 'hijos de Dios?); lo cual ha provocado que la mayoría de 'supuestos cristianos' vivan esos ritos como mero folklore social: 'puesta de largo', vestiditos de princesa y marinero, regalos, fotos, banquete... sin una fe personal ni el modo de vida consecuente;


3) El 90% de las familias que participan en el famoso rito de 'la primer a comunión', que determina la vida social cada Mayo, no practican esa religión habitualmente, y después del rito ya no vuelven a aparecer por las parroquias católicas hasta el siguiente rito vital: una boda, un entierro... Pero 'la marea social' que supone la participación en esta ceremonia supone tal presión para familias y niños, que es muy difícil no dejarse arrastrar: los niños de padres que por el motivo que sea no quieren participar se sienten mal, como excluidos, por no hacer lo que todos hacen, muchas familias incluso se endeudan seriamente más allá de sus posibilidades empujados por la presión social...


4) El catolicismo, al mismo tiempo que ha propiciado esta gravísima desnaturalización del cristianismo, trata de frenarlo poniendo algunas condiciones: 3 años de catequesis, 'comprender' lo que significa el rito... con resultados lamentables: los padres 'cumplen' el expediente a regañadientes durante esos tres años, para desaparecer al día siguiente de la ceremonia; ante el folklore en que se convierten las ceremonias, todo el mundo está enfadado: el cura porque ve el folklore superficial, la gente porque el cura les está aguando la fiesta...


5) En cuanto al caso de esta niña y su familia, me temo que es víctima de toda esta confusión y presión social. Las normas eclesiásticas piden un requisito que no piden para 'cristianizar' a una persona; la ciudadanía 'cristianizada' por tradición siente entonces que esos ritos le pertenecen y que pueden hacer exigencias, pareciéndoles una maldad y una injusticia que los ritos católicos no estén al servicio de sus necesidades folklórico-emocionales, ya sea porque les gusta el episodio o por cesión a la presión social para no sentirse excluidos ('¿Dónde va Vicente? Donde va la gente?').
Así que, pobre niñita, y pobre cura... de aquellos polvos, estos lodos.

Si el sistema religioso romano-católico no hubiera deformado la verdad bíblica acerca de la salvación, y acerca de la Iglesia, y no se hubiera apartado de las prácticas bíblicas, tratando de 'cristianizar' a todos al precio de rebajar el contenido del cristianismo, no se vería envuelto en estos líos.

¿Que cómo me atrevo a hacer estos juicios? porque antes yo fui cura, y ahora soy padre. Sentí lo que sienten los curas, y ahora veo y escucho lo que sienten y dicen los padres.

¡Los problemas que uno se ahorra cuando comprende el radical pero sencillo Camino del Señor!... Para la inmensa mayoría de gentes oscurecido por un sistema religioso que les fue impuesto tradicionalmente, que funciona como una perversa 'vacuna' contra la verdad, y que les priva de las ricas bendiciones de Dios:

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres. Pues vosotros no entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorréis mar y tierra para hacer un solo prosélito; y cuando lo lográis, le hacéis un hijo del infierno dos veces más que vosotros. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!..." (Mt 23:13-16), "...en vano me rinden culto, enseñando mandamientos de hombres como enseñanzas. Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres" (Mc 7:7-8).

Si esa familia quisiera venir a Jesús, la iglesia bíblica le proclamaría las Buenas Noticias del Reino y el Rey (=Cristo) de Dios: Jesús, con poder para sanar a las personas y expulsar de ellas todo espíritu maligno que les tiene cautivos de Satanás y si lo recibieran por la fe, serían identificados con Cristo muerto y resucitado por medio del bautismo, para ser introducidos en el Camino de la Salvación bajo el gobierno de Jesucristo, lejos de la religión sin vida de los hombres.

Jesús o el rito religioso-social: he ahí la alternativa que está al fondo de esta anécdota.


P.F. Obed

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