Mi deseo para ti en este 'año nuevo'

 Un año es el período que tarda la Tierra en orbitar una vuelta alrededor del Sol. El año solar es el tiempo transcurrido entre dos pasos sucesivos del Sol por el equinoccio medio, por el punto Aries o equinoccio de primavera. En otras palabras, tiempo de primavera a primavera en el hemisferio norte.


El año del calendario actual ha sido alterado respecto al solar, los romanos lo configuraron de acuerdo a sus dioses paganos y emperadores autodivinizados:
- Jano (Enero), dios romano de las puertas, los comienzos y los finales;
- Febo (Febrero), apodo del dios Apolo;
- Marte (Marzo), dios de la guerra;
- Aprilis (Abril), equivalente romana de la diosa Afrodita, diosa del amor, la lujuria, la belleza, la prostitución y la fecundidad;
- Maia (Mayo), diosa de la naturaleza;
- de la diosa Juno (Junio);

Y después debían llegar el séptimo (Septiembre), el octavo (Octubre), el noveno (Noviembre), el décimo (Diciembre).., pero corrieron dos turnos hacia adelante para dar lugar a dos emperadores romanos: Julio César, en honor al cual se puso el nombre del mes de Julio, y Augusto César, en honor al cual está el mes de Agosto.

El primer mes del calendario bíblico, sin embargo, no es Enero, sino el mes hebreo de Abib o Nisán, que es entre la segunda quincena de marzo y la primera de abril, el equinoccio de primavera, cuando brota la vida, donde comienza la elíptica que da la vuelta a la tierra; ahí comienza el año bíblico y solar, el verdadero año nuevo, el 21 de marzo a las 6 de la tarde, porque el día bíblico comienza cuando se pone el sol. Ese es el verdadero calendario bíblico y cósmico, no el año pagano actual. La Palabra de Dios y la ciencia coinciden (la ciencia verdadera), porque Dios es el autor de la naturaleza y de la Palabra, y ambas coinciden.

El mes de Abib o Nisán debía ser conforme a la voluntad expresa de Dios en la Torah (Éxodo 12) el primer mes del año, el comienzo de la vida libre del Pueblo de Dios, pues fue el mes en que fueron rescatados de Egipto, de la esclavitud bajo el Faraón: “Yhaveh habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será el principio de los meses; será para vosotros el primero de los meses del año” (Ex. 12:1-2).

Es el mes de la Pascua, el mes en que los israelitas debían sacrificar un cordero y untar las puertas de sus casas con la sangre del cordero sacrificado, y comerlo antes de salir hacia la libertad; era el mes del 'paso' de Dios castigando a los opresores y liberando a su pueblo: “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo que el 10 de este mes cada uno tome para sí un cordero en cada casa paterna, un cordero por familia. Si la familia es demasiado pequeña como para comer el cordero, entonces lo compartirán él y su vecino de la casa inmediata, de acuerdo con el número de las personas. Según la cantidad que ha de comer cada uno, repartiréis el cordero. El cordero será sin defecto, macho de un año; tomaréis un cordero o un cabrito. Lo habréis de guardar hasta el día 14 de este mes, cuando lo degollará toda la congregación del pueblo de Israel al atardecer. Tomarán parte de la sangre y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las puertas de las casas en donde lo han de comer. Aquella misma noche comerán la carne, asada al fuego. La comerán con panes sin levadura y con hierbas amargas. No comeréis del cordero nada crudo, ni cocido en agua; sino asado al fuego, con su cabeza, sus piernas y sus entrañas. Nada dejaréis de él hasta la mañana. Lo que quede hasta la mañana habréis de quemarlo en el fuego. Así lo habréis de comer: con vuestros cintos ceñidos, puestas las sandalias en vuestros pies y con vuestro bastón en la mano. Lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Yhaveh. La misma noche yo pasaré por la tierra de Egipto y heriré de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto de los hombres como del ganado. Así ejecutaré actos justicieros contra todos los dioses de Egipto. Yo, Yhaveh. La sangre os servirá de señal en las casas donde estéis. Yo veré la sangre y en cuanto a vosotros pasaré de largo y cuando castigue la tierra de Egipto, no habrá en vosotros ninguna plaga para destruiros. Habréis de conmemorar este día. Lo habréis de celebrar como fiesta a Yhaveh a través de vuestras generaciones. Lo celebraréis como estatuto perpetuo” (Ex. 12:3-14).

¡Todo comienza en la Pascua!

Y todo esto, amigos, era una figura de Cristo y su sacrificio expiatorio por la salvación del mundo. Cristo es el verdadero Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29), que fue sacrificado un 14 de Abib/Nisán. ¡¡CRISTO ES NUESTRA VERDADERA PASCUA (1Corintios 5:7)!! ¡¡SU MUERTE Y RESURRECCIÓN SON EL VERDADERO COMIENZO!! ¡Su sangre derramada acaba con todo lo viejo, con toda la vieja creación corrompida por el Pecado! ¡Su resurrección es la verdadera Primavera, el renacer de todas las cosas en la Nueva Creación! Sin Cristo no tendríamos comienzo, sólo tendríamos un final pavoroso, amargo, de condenación. ¡¡Todo comienza cuando la sangre de Cristo nos lava de todos nuestros pecados!! Entonces somos renacidos y comienza para nosotros una nueva vida, que desembocará en la plenitud de goce y disfrute eternos del Dios vivo.

Por eso para el pueblo de Dios no hay otro comienzo, nosotros no tenemos otro comienzo sino Cristo que murió por nosotros, que juntamente con él nos bautizó en Su muerte, nos resucitó y nos hizo sentar con El en lugares celestiales, “de modo que si alguno está en Cristo, nueva creación es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2Corintios 5:17). ¡Si alguno está en Cristo, vive todos los días en el verdadero y gozoso año nuevo!.

Todo comienza ahí, con Cristo, nuestra Pascua, terminando con todo en la cruz y comenzando de nuevo con la resurrección.

Así que este es mi deseo para ti en este 'año nuevo': ¡¡¡QUE CRISTO SEA TU NUEVA VIDA!!!

31 Diciembre 2010, P.F. Obed

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